Dónde
están aquellos geniales paladines
de
la dictadura proletaria,
que filtraban cada una de nuestras sombras
que filtraban cada una de nuestras sombras
exigiéndonos
la vida en cada meta.
Tejían en torno mío
aquellas
reuniones afligidas
donde
calcinaban mi cerebro
y
hacían la fiebre de mis ojos,
mientras un mineral extraño delimitaba,
mientras un mineral extraño delimitaba,
cual
mandato divino, mis fronteras y posibles.
Qué
flaqueza aquella de las contenciones
torciendo mis sostenes ideológicos
que se maceraban en una zona de silencios
torciendo mis sostenes ideológicos
que se maceraban en una zona de silencios
burbujeantes
entre viejas dudas
y
nuevas confusiones sombreadas de infortunios.
Faltó fraternidad y lucidez,
en
tiempos de concordia,
para
que no proliferaran las dobleces
que extinguen los principios éticos.
que extinguen los principios éticos.
Lo
victimario, que se oculta en los dogmas,
impuso
su órbita severa
y
nada pudo ser amigable
fuera
de su torbellino.
Pichy
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Le agradezco la amabilidad de leerme y la gentileza de comentarme.. Saludos