miércoles, 1 de mayo de 2019

INTROSPECCIÓN


Tornábamos a emerger una y otra vez.
Feriábamos pasión a plazos
y conveníamos en ser alquimistas sin pudor
para extrapolarnos de lo común
que estropea la vida
hasta la inercia que mata.
Escasamente dominábamos la insolencia
cuando los Íntegros juzgaban las entregas,
rasgándose los disimulos y sus antecedentes
para ahogarnos en los manantiales de la filosofía.

Trocábamos la contingencia de existir para las nubes
con el deber mancomunado al gran futuro
y nos desposeíamos, con orgullo,
nos desnudábamos de todo lo tangible
asombrando a los apocados
que entre los disminuidos y sigilosos
afirmaban su beneplácito a los discursos dogmáticos
de acerados Mandamientos
de los Adelantados, agradeciéndoles la deferencia
de guiarnos al sacrificio.

No puedo contenerme
y es absurdo sugerir el trance infinito,
ese subterfugio alegórico de la realidad subvertida 
por la exigua luz
que pervierte la semántica de las palabras al bien.

Mis andares son regresiones
a un principio petrificado,
que se hace presente
en lo que debió ser ese futuro…
que justificaría la sacrificalidad
entre derrumbes que desdicen
y consignas
que ya poco emocionan.

Se adormece el espíritu
en los azares andariegos de la memoria,
mientras pulsan los altos ideales
con las existenciales miserias:
el extravío anega el intelecto y la cordura.
Me duele la estampida de los unicornios
y no me encuentro sin aquellos arco iris
que embellecían el cielo.

Pichy

8 comentarios:

  1. ¡Qué bello! deberíamos tener una larga charla para que me quede tranquila con lo interpretado. Pero, digo, si un verso toca tu alma, ha cumplido su objetivo. Abrazos José.

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  2. Muchas gracias, amiga, por tan grato comentario. Todo cuanto dice es vivencial. Mi generación nunca lo ha tenido fácil y hemos sufridos grandes contradiciones.

    Abrazos

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  3. La introspección es necesaria para sacar el agua que hay en lo hondo. Volverán los unicornios, el arcoíris tras la lluvia. Abrazos.

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    1. Muchas gracias, amiga. El comentario me resulta estupendo!

      Abrazos

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  4. Muchas gracias, querida amiga. Es un placer leer tu ameno comentario. Aunque no intercambiemos, por mi poca estancia en la red, te tengo presente y no disminuye mi estima.

    Fuerte abrazo

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  5. ¡Amigo, qué versos tan bellos!
    Hoy me desperté con nostalgia de tu poesía y amistad (empezar el día leyendo tus versos es un honor) y aquí estoy:maravillada, inspirada gracias a ti.
    Tu blog siempre me devuelve a ese entusiasmo por las letras, ese sentimiento tan personal que me cegaba cuando era joven y creía que podría ser escritora.
    Gracias por todo.
    Abrazos.

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  6. Muchas gracias mi estimada amiga, por tan generoso y encomiástico comentario. La poesía va contigo y está en todo tu decir, amiga. Abrazos

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Le agradezco la amabilidad de leerme y la gentileza de comentarme.. Saludos