De un niño de la calle
Quizás a estas horas
-en este mismo momento-
un niño por las calles su miseria llore
o por venganza,
sus naturales principios
sin piedad destroce;
dándose a los primarios crímenes,
que le nublan la mente;
tragándose los alaridos de su rabia
sin armas para conquistarse
su lugar en este mundo,
ya vencido a tantos porqué
que le marcan la escurridiza existencia,
en sus tempranas noches.
Quizás ya no se sienta niño
crecido al dolor hecho costumbre;
y en estos precisos instantes
nos abandona,
tras esa estrella fugaz
que huye por los cielos;
al no encontrar en la tierra
el menor asidero.
pichy
Me hiciste acordar de Mercedes Sosa... y de su defensa por los niños de la calle, o del Papá jaramillo de la Fundación Niños de los Andes en Bogotá.
ResponderEliminarHermosos sentires
un saludo
Muchas gracias, amigo Francisco, por el ameno comentario.
ResponderEliminarAbrazo.
Pichy
Hola José!
ResponderEliminar¿Cómo estás? La niñez siempre ha sido el ala débil del pájaro, sobre todo, aquellos que son empujados a vivir bajo el cobijo del desamparo, triste, pero tu poema refleja esa dura realidad latente en nuestra América. Muy bueno tu blog, me gustaría que compartiéramos enlaces.
Piénsalo y dime qué piensas.
Un fuerte abrazo desde Estados Unidos.
Daniel
Muchas gracias, amigo, por tan ameno comentario. Conforme en compartir enlaces. Abrazo.
ResponderEliminarpichy