Se
perfuma de jardín el viento
que
va silenciando al sol
mientras
los pájaros se recogen
al
son de las sidéreas cortinas
del
escenario de luces
y
los artistas cometidos que apuesta la ciudad
Es
bello el tránsito que apacigua los bríos,
suavizando
las templadas rigideces
al
piano discurrir del día
que
se arrastra por las azoteas
y
se detiene en las plazas
—ajeno
de que fenece la tarde—.
Al
ocaso me renaces tangible
y
llega a no ser bella tu insistencia
de
hacerte perpetua en la luz que retrocede…
Mientras
desconozco de tus horas
de
tus accionares, allá
en
las altas latitudes.
Donde
el viento los parques desola
y
no hay porqué quedarse.
Pichy
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Le agradezco la amabilidad de leerme y la gentileza de comentarme.. Saludos