El Poeta
El rayo que no cesa
Miguel Hernández
Amar
lo desconocido fue su violencia
su enfrentamiento,
que los perfectos no le perdonaron,
y se esmeraron en ganarle culpas,
tergiversando a conciencia, sus utopías
de ser inquieto a las normas y las fronteras
—que establece la monotonía de los viles—.