He
abierto los ojos a la mesura de los vértices
extrayendo
cristales de las pequeñas siluetas
que
proyectan susurros de alusiones remediables
contra
el litigio.
Una
figura, celular y acoplada, en la reflexión
de
una noche abierta,
una voz que habla de nuevas ilusiones
ante los estruendos del oriente,
enloda las misteriosas plegarias por la paz.
una voz que habla de nuevas ilusiones
ante los estruendos del oriente,
enloda las misteriosas plegarias por la paz.
Apasionados, incitadores versos infinitos
abren los raciocinios ataviados del altruismo,
en
minoría que no se escucha.
Un hervidero de justificaciones tempranas
Un hervidero de justificaciones tempranas
posibilita
las ráfagas
y el hombre, ciego, grita de bruces
suplicando piedad a sus dioses…
y el hombre, ciego, grita de bruces
suplicando piedad a sus dioses…
¡Cuando éstos se rinden
a la voluntad de otros hombres!
Pichy
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Le agradezco la amabilidad de leerme y la gentileza de comentarme.. Saludos