Sólo los niños dominan el sitio justo
en que se curva el paraíso
para perdonar haberes.
Días tengo en que todo me dirige al sol
y en la casualidad las nubes lo cubren
tan solo por contradecirme el día.
Sólo a la inocencia
le es dado circular al revés
los caminos que dispone la cordura.
Porque sus atrevidos pasos
palpitan etéreos
sobre las antiguas generaciones.
Pichy
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