Es y no es la misma
ciudad
del recuerdo que
le indujo al retorno,
solo quedan los idénticos
residuos
de las murallas
—que la nostalgia,
cómplice
embellecedora,
le reconstruyó—.
Contempla,
absorto en el descalabro,
desde el Cristo
de la bahía
a solas con el
pasado y la pena,
los cosméticos
no remediables;
malamente
encubridores
para las
despreocupadas vistas
que buscan la
aventura
entre la
embriaguez y el retozo
con las tersuras
de alquiler.
Pocos barcos en el
puerto
deslucen cualquier
bienvenida.
Ríos de sombras
desembocan
en la rada,
mugrientos y silenciosos,
con desgano,
como quien cumple
un rutinario
oficio.
Se debate entre arquetipos de sistemas
que despilfarran la existencia
con las toxinas que los perduran.
Sostiene una ilusión esférica
donde lo apreciable es inconcebible
porque la finitud resulta infinita.
Piensa en los
muchos engendros
que se disimulan entre las oquedades
de la justicia
emancipadora,
en esa efigie soberbia
que se le impone
a la ciudad;
para lograr los
turistas.
Pichy
Pichy
El buen decir como tú solo sabes hacerlo. Gracias por embellecer con tu poesía lo que está a punto de desaparecer.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, amigo. Por la presencia y el ameno comentario. Al desaparecer el G+, desaparecieron todos ñlos comentarios del Blog...así que, ahora, eres el primero en comentarme. Fuerte abrazo, paisano.
ResponderEliminarPrecioso, amigo. Yo no la hubiese descrito mejor. Hay muchas emociones impregnando este pedacito de tu creaciòn. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga, por tan grato comentario.
EliminarBeso
Sabes tomarle el pulso a la ciudad con la sensibilidad del poeta. Los turistas a velocidad de vértigo apenas tocan su superfice. Un gran abrazo.
ResponderEliminarY tú sabes interpretar muy bien cuanto escribo, amiga. Además, siempre me alientas con un generoso comentario: qué tanto te agradezco.
EliminarAbrazos
Lo transmites con esa rabia que da el paso del tiempo y el apercibimiento de lo poco que se puede hacer por revertir los términos. Un abrazo, tocayo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo, por tan sabio comentario: siempre, con tu atinado decir.
ResponderEliminarAbrazos, tocayo.
Pd- Tengo que ir por tu blog...es que la enfermedad no me deja trabajar mucho, y sabes que en casa no tengo conexión.
Las grandes ciudades están llenas de prisas, ruidos y demás. Ni los mismos habitantes de ellas llegan a conocerlas bien.
ResponderEliminarTe dejé comentario en su día, pero no está.
Te dejo este otro :)
Abrazos.
Muchas gracias, amiga. Es que como no puedo entrar todos los día, no me enteré en que eliminarían todos los comentarios realizados a través de G+...y me quedé sin comentarios en todas las Entradas. Sí, es tal dices.
ResponderEliminarAbrazos
Siempre un placer disfrutar de tu arte, amigo José.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, amigo, por el ameno comentario.
ResponderEliminarAbrazos