En
la sima de la noche
los impotentes comulgan con la muerte
los impotentes comulgan con la muerte
y
pretenden avasallar ideas,
ninguneados
por censuras
y
los sedosos guantes del detenimiento,
intentan
desbordarse en camas vecinas
de
urbes conversadas con la timidez
que
les desagua contra las mínimas luces.